El final es uno inesperado y confuso ya que todos esperábamos que después de todo lo que Montse pasa para encontrar a Santiago San Román ellos volvieran a encontrarse, pero no fue así. La novela termina cuando Montse se despierta a la mitad de la noche en la casa de Layla, donde estaba pasando el fin de semana, y escucha el silbido que solía hacer Santiago cuando joven. Ella sale fuera de la casa a buscar de donde provenía el sonido esperando ver a Santiago, pero en cambio se encuentra con un anciano pero lo ignora y sigue escuchando el silbido. El autor nos dice indirectamente que "El Demonio" es Santiago San Román que ha quedado loco después de una explosión hace años, pero Montse al desconocer esos hechos no lo reconoce.
Se puede decir que la novela tiene un final abierto dado al hecho de que no nos dice que sucede con la vida de Montse después de su viaje y el encuentro con El Demonio. El autor quiere que usemos nuestra imaginación para alcanzar un final alterno.
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